Cómo el agua influye en el sabor
El café perfecto no depende solo del grano, los equipos o la destreza del barista; el agua juega un papel crucial en la creación de una bebida de calidad.
Hay que tener en cuenta que más del 90% de una taza de café está compuesta por agua, lo que demuestra su impacto directo en la calidad de la bebida. Un agua mal equilibrada puede producir efectos indeseados como:
- Exceso de acidez.
- Falta de cuerpo y aroma.
- Exceso de cloro.
- Inconsistencia en la crema.
Cuando el agua está bien equilibrada, permite extraer las notas más complejas de los granos, resultando en una bebida con el sabor, aroma y textura ideales.
El café en la hostelería
En restaurantes y cafeterías, un café de baja calidad puede arruinar la experiencia de un cliente, incluso si el resto de la comida ha sido excelente. Dado que el café a menudo es lo último que un cliente disfruta, su preparación debe ser impecable. Asegúrate de que el agua utilizada esté a la altura de las expectativas de tus clientes.
Parámetros del agua para una mejor extracción
Para garantizar un café bien extraído, el agua debe cumplir con ciertos parámetros esenciales:
- Dureza total: entre 50-175ppm de CaCO3.
- Alcalinidad: entre 40-75ppm de CaCO3 (2.2– 4.2°d).
- pH: entre 6 y 8.
Estos valores optimizan tanto el sabor del café como el funcionamiento de las máquinas de espresso.
Protección de las máquinas de café
El agua dura no solo afecta el sabor, sino que también puede dañar las máquinas de café. La acumulación de minerales en las partes clave de los equipos puede ocasionar problemas técnicos. Es recomendable:
- Limpiar las máquinas regularmente.
- Eliminar residuos aceitosos e incrustaciones.
Un mantenimiento adecuado no solo asegura un café consistente, sino que también extiende la vida útil de los equipos.
Agua Dura vs. Agua Blanda
El agua dura, rica en minerales como el calcio y el magnesio, puede alterar la acidez del café y dificultar la liberación de sus compuestos aromáticos. Además, la acumulación de minerales puede reducir la vida útil de las máquinas de café. En cambio, el agua blanda, aunque menos agresiva para los equipos, puede provocar un sabor amargo en la bebida. Encontrar el equilibrio es clave.
Consejos para una taza perfecta
Para lograr un café excepcional, el agua debe cumplir con una proporción precisa: 35 mililitros de agua por cada 7 gramos de café. Esto, combinado con el uso de agua de calidad, asegura una experiencia consistente y de alta gama.
En conclusión, el agua es un factor clave que marca la diferencia entre una taza común y una excepcional. Controlar su calidad no solo mejora el sabor, sino que también protege los equipos y asegura que cada taza sea un verdadero placer para los sentidos.

¿Sabías que el agua representa más del 90% de un café?

